Este segundo episodio del documental de Kern Burns centra su
visión en dos ciudades: Chicago y Nueva York, destacando la figura de Louis
Armstrong durante los años veinte, momento crucial para el
desarrollo del jazz debido a diversos
factores como el fin de la Primera Guerra Mundial o la proliferación de la
clandestinidad causado por la Ley seca. También hay que destacar que hace un
breve paréntesis para comentar algunos datos biográficos sobre Duke Ellington,
con quien Armstrong seguramente uniría algún tipo de lazo importante en el
futuro.
Louis Armstrong llega en 1923 a Chicago contratado por quien
fuera su único maestro en Nueva Orleans, King Oliver. Allí destacarían juntos,
demostrando una forma de tocar la trompeta que no se había visto antes.
Mientras tanto en Nueva York, el barrio de Harlem era el mejor sitio para el
desarrollo del jazz, aún muy influenciado por el Ragtime o el Stride. Un músico
llamado Whiteman era el director de la mejor banda de blancos de la ciudad. Recogió
muchos aspectos del jazz y creó una variante más “clásica”, orquestando los
arreglos y cerrando el paso a la
improvisación. En 1924 estrenó varias obras de Gershwin, lo que le dio una fama
considerable. Mientras, Fletcher Henderson (a la vez gran amigo de Whiteman)
dirigía la mejor banda de negros de la ciudad. Este, en 1924 optaría por contratar a
Louis Armstrong, quien definitivamente acabaría por transformar el panorama
musical de la ciudad con sus innovaciones tanto en la trompeta, como en la manera de tocar jazz.
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